martes, 30 de marzo de 2010

HISTORIAS CURIOSAS

Aprender a pensar


Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Británica y Premio Nobel de Química en 1908, contaba la siguiente anécdota:


Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que este afirmaba rotundamente que su respuesta era absolutamente acertada. Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo.


Leí la pregunta del examen y decía:
Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro.
El estudiante había respondido: llevo el barómetro a la azotea del edificio y le ato una cuerda muy larga. Lo descuelgo hasta la base del edificio, marco y mido. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio.
Realmente, el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque había respondido a la pregunta correcta y completamente.Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, podría alterar el promedio de su año de estudio, obtener una nota mas alta y así certificar su alto nivel en física; pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera ese nivel.Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad.
Le concedí seis minutos para que me respondiera la misma pregunta pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de física. Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunte si deseaba marcharse, pero me contesto que tenia muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excuse por interrumpirle y le rogué que continuara.

En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta: tomo el barómetro y lo lanzo al suelo desde la azotea del edificio, calculo el tiempo de caída con un cronometro. Después se aplica la formula altura = 0,5 por A por t^2. Y así obtenemos la altura del edificio.
En este punto le pregunte a mi colega si el estudiante se podía retirar. Le dio la nota mas alta.Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta. Bueno, respondió, hay muchas maneras, por ejemplo, tomas el barómetro en un día soleado y mides la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del Edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio.
Perfecto, le dije, ¿y de otra manera?. Si, contestó, éste es un procedimiento muy básico para medir un edificio, pero también sirve.
En este método, tomas el barómetro y te sitúas en las escaleras del edificio en la planta baja. Según subes las escaleras, vas marcando la altura del barómetro y cuentas el numero de marcas hasta la azotea. Multiplicas al final la altura del barómetro por el numero de marcas que has hecho y ya tienes la altura.Este es un método muy directo. Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento mas sofisticado, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo, si calculamos que cuando el barómetro está a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla fórmula trigonométrica, podríamos calcular, sin duda, la altura del edificio.
En este mismo estilo de sistema, atas el barómetro a una cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo puedes calcular la altura midiendo su período de precesión.
En fin, concluyó, existen otras muchas maneras. Probablemente, la mejor sea tomar el barómetro y golpear con el la puerta de la casa del portero. Cuando abra, decirle: "Señor portero, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo".


En este momento de la conversación, le pregunte si no conocía la respuesta convencional al problema (la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares) evidentemente, dijo que la conocía, pero que durante sus estudios, sus profesores habían intentado enseñarle a pensar.
El estudiante se llamaba Niels Bohr, físico danés, premio Nobel de física en 1922, mas conocido por ser el primero en proponer el modelo de átomo con protones y neutrones y los electrones que lo rodeaban. Fue fundamentalmente un innovador de la teoría cuántica.Al margen del personaje, lo divertido y curioso de la anécdota, lo esencial de esta historia es que LE HABÍAN ENSEÑADO A PENSAR. Por cierto, para los escépticos, esta historia es absolutamente verídica Aprendamos a pensar, hay mil soluciones para un mismo problema, pero lo realmente interesante, lo auténticamente genial es elegir la solución más practica y rápida, de forma que podamos acabar con el problema de raíz...y dedicarnos a solucionar OTROS problemas.


Estudio de universidad inglesa
Sgeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esten ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun así pordas lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima snio la paalbra cmoo un tdoo.
Pesornamelnte me preace icrneilbe...".


Las cosas no son exactamente como piensas
Una muchacha estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de una gran aeropuerto. Como debía esperar por muchas horas, decidió comprar un libro para matar el tiempo. También compro un paquete de galletas.
Se sentó en un asiento en la sala VIP del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Al lado del asiento donde estaba la bolsa de galletas se sentó un hombre que abrió una revista y comenzó a leer.
Cuando ella tomo la primera galleta, el hombre también tomo una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "pero, que descarado, si yo estuviese mas dispuesta la daría un golpe en el ojo para que nunca mas se le olvide".
Cada vez que ella tomaba una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello la dejaba tan indignada que no conseguía reaccionar. Cuando quedaba apenas una galleta, pensó: "ah... que será lo que este abusador va a hacer ahora?". Entonces el hombre dividió la ultima galleta por la mitad, dejando la otra mitad para ella. Ah!! aquello era demasiado! se puso a bufar de la rabia! Entonces cerro su libro y sus cosas y se dirigió al sitio de embarque.
Cuando se sentó, confortablemente, en su asiento, ya en el interior del avión, miro dentro de la bolsa y para su sorpresa su paquete de galletas estaba allí... todavía intacto, cerradito!! Sintió tanta vergüenza. Solo entonces percibió lo equivocada que estaba, había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolsa!! El hombre había compartido sus galletas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado, mientras ella quedo muy trastornada, pensando que estaba compartiendo las de ella con él.
Y ya no había mas tiempo para explicaciones... ni para pedir disculpas.
Cuantas veces, en nuestras vidas, estamos comiendo las galletas de los demás, y no somos conscientes de ellos?. Antes de llegar a una conclusión... observa mejor!! Tal vez las cosas no sean exactamente como piensas, no pienses lo que no sabes acerca de las personas...


Tierra y aldea
Si pudiésemos reducir la población de la Tierra a una pequeña aldea de exactamente 100 habitantes, manteniendo las proporciones existentes en la actualidad, seria algo como esto:
Habría 57 asiáticos, 21 personas del continente americano (incluyendo norte y sur)
14 europeos y 8 africanos
52 serían mujeres
48 hombres
70 no serían blancos
30 serían blancos
70 no cristianos
30 cristianos
89 heterosexuales
11 homosexuales
6 personas poseerían el 59% de la riqueza de toda la aldea
y los 6 serían norteamericanos
De las 100 personas, 80 vivirían en condiciones infrahumanas
y 70 serían incapaces de leer
50 sufrirían de malnutrición
1 persona estaría a punto de morir
1 bebé estaría a punto de nacer
Solo 1 (si, solo 1) tendría educación universitaria
En esta aldea habría 1 persona con ordenador


Siempre recuerda aquellos a quienes sirves
En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de él. "¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?" pregunto el niño. "Cincuenta centavos", respondió la mesera. El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas. "¿Cuánto cuesta un helado solo?", volvió a preguntar.Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. "Treinta y cinco centavos", dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar las monedas. "Quiero el helado solo", dijo el niño. La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue.El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había los treinta y cinco centavos y veinticinco más... su propina.


Jamás juzgues a alguien antes de tiempo.


Los obstáculos en nuestro camino
Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.
Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera en el suelo, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.
"Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno. "


Donando sangre
Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.
El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: "Si, lo haré, si eso salva a Liz."Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: "¿A qué hora empezaré a morirme?"Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.
Da todo por quien ames.
"AMA COMO NUNCA HAS QUERIDO.NO DESPRECIES LA AMISTAD DE TUS AMIGOS.VIVE LOS DÍAS CON FE, AMOR Y PAZ.TRABAJA COMO SI NO NECESITARAS EL DINERO.Y BAILA COMO SI NADIE TE VIERA. "


Las Piedras
Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia. Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:
- ¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?
Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco.
Luego preguntó:
- ¿Está lleno?
Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes.
El experto sonrió con ironía y repitió:
- ¿Está lleno?
Esta vez los oyentes dudaron:
- Tal vez no.
- ¡Bien!
Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava.
- ¿Está bien lleno? preguntó de nuevo.
- ¡No!, exclamaron los asistentes.
Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba.
- Bueno, ¿qué hemos demostrado?, preguntó.
Un alumno respondió:
- Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas.
- ¡No!, concluyó el experto: lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después. ¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida?. ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona amada? ¿o son tu trabajo, tus reuniones, tus viajes de negocio, el poder o el dinero? La elección es tuya. Una vez te hayas decidido..., pon esas piedras primero. El resto encontrará su lugar.


Pensar creativamente
Se te plantea el siguiente dilema Moral:
Estás conduciendo tu coche en una noche de tormenta terrible. Pasas por una parada de autobús donde se encuentran tres personas esperando:
1. Una anciana que parece a punto de morir.
2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.
3. El hombre perfecto o la mujer de tus sueños.
¿A cuál llevarías en el coche, habida cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero?
Piensa la respuesta antes de seguir leyendo......




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Este es un dilema ético-moral que una vez se utilizó en una entrevista de trabajo. Podrías llevar a la anciana, porque va a morir y por lo tanto deberías salvarla primero; o podrías llevar al amigo, ya que te salvó la vida una vez y estas en deuda con él. Sin embargo, tal vez nunca vuelvas a encontrar al amante perfecto de tus sueños.
El aspirante que fue contratado (de entre 200 candidatos) no dudó al dar su respuesta. Me encanta, y espero poder utilizarlo alguna vez en alguna entrevista.


¿QUÉ DIJO? Simplemente contestó: "Le daría las llaves del coche a mi amigo, y le pediría que llevara a la anciana al hospital, mientras yo me quedaría esperando el autobús con la mujer de mis sueños."
Moraleja:" Debemos superar las aparentes limitaciones que nos plantean los problemas, y aprender a pensar creativamente "


Sabias q...
-Los antiguos romanos cuando tenían que decir la verdad en un juicio, en vez de jurar sobre la Biblia como en la actualidad, lo hacían apretándose los testículos con la mano derecha. De esta antigua costumbre procede la palabra testificar

-La mitad de los niños superdotados fracasan en los estudios


-El cerebro pesa un promedio de 1.380 gramos en el hombre y 1.250 en la mujer. Contiene unos 100.000 millones de neuronas, cifra aproximada al de las estrellas de nuestra galaxia. Y sus casi 100 trillones de interconexiones en serie y en paralelo proporcionan la base física que permite el funcionamiento cerebral


-La palabra Eureka!
Herón II, rey de Siracusa, pidió un día a su pariente Arquímedes (aprox. 287 a.C. - aprox. 212 a.C.), que comprobara si una corona que había encargado a un orfebre local era realmente de oro puro. El rey le pidió también de forma expresa que no dañase la corona. Arquímedes dio vueltas y vueltas al problema sin saber como atacarlo, hasta que un día, al meterse en la bañera para darse un baño, se le ocurrió la solución. Pensó que el agua que se desbordaba tenía que ser igual al volumen de su cuerpo que estaba sumergido. Si medía el agua que rebosaba al meter la corona, conocería el volumen de la misma y a continuación podría compararlo con el volumen de un objeto de oro del mismo peso que la corona. Si los volúmenes no fuesen iguales, sería una prueba de que la corona no era de oro puro.
A consecuencia de la excitación que le produjo su descubrimiento, Arquímedes salió del baño y fue corriendo desnudo como estaba hacia el palacio gritando : "¡Lo encontré! ¡Lo encontré!". La palabra griega "¡Eureka!" utilizada por Arquímedes, ha quedado desde entonces como una expresión que indica la realización de un descubrimiento. Al llevar a la práctica lo descubierto, se comprobó que la corona tenía un volumen mayor que un objeto de oro de su mismo peso. Contenía plata que es un metal menos denso que el oro.



viernes, 12 de marzo de 2010

ARTURO PEREZ REVERTE


NO TE LO PIERDAS...LEE ESTA NARRACION HISTORICA QUE PÉREZ-REVERTE NOS DEJA EN SU BLOG, A PROPOSITO DE UN EPISODIO SUCEDIDO A TRES FRAIES ESPAÑOLES DE NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED EL 21 DE OCTUBRE 1634, CUANDO AUN NO HABIA NACIDO NI EL ABUELO DE ZP, Y NO SABIAN NADA DE LA ALIANZA DE CIVILIZACIONES, NI DE LA PAZ PERPETUA......!IGNORANTES¡


De vez en cuando me doy una vuelta por los viejos avisos y relaciones del siglo XVII, aquellas cartas u hojas impresas que, en la época, hacían las veces de periódicos, contando sucesos, hechos bélicos, noticias de la corte y cosas así. Con el tiempo he tenido la suerte de reunir una buena provisión en diversos formatos, y algunas tardes, sobre todo cuando tengo un episodio de Alatriste en perspectiva, suelo darles un repaso para coger tono y ambiente. Su lectura es sugestiva, a veces también desoladora –comprendes que ciertas cosas no han cambiado en cuatro siglos–, y en ocasiones muy divertida. Ése es el caso de una relación con la que di ayer. Está fechada en 1634, y se refiere a la peripecia de tres frailes mercedarios españoles que viajaban frente a la costa de Cerdeña. Me van a permitir que lo cuente, porque no tiene desperdicio.


El barco era pequeño y franchute, llevaba rumbo a Villafranca de Nizo, y a bordo, además de los tres frailes españoles –Miguel de Ramasa, Andrés Coria y Eufemio Melis–, iban el patrón, cuatro marineros y cinco pasajeros. A pocas millas de la costa se les echó encima un bergantín turco –en aquel tiempo se llamaba así a todo corsario musulmán, berberiscos incluidos– haciendo señales de que amainasen vela. El patrón se dispuso a obedecer, argumentando que, siendo francés el barco, podrían negociar con los corsarios y seguir viaje a salvo. Pero los tres frailes, súbditos del rey de España, no veían las cosas con tanto optimismo. Ustedes se escapan de rositas, protestaron, pero nosotros vamos a pagar el pato. Por religiosos y por españoles, pasaremos el resto de nuestras vidas apaleando sardinas al remo de una galera, o cautivos en Argel o Turquía. Así que, de perdidos al río, resolvieron cenar con Cristo antes que en Constantinopla. Que el diálogo de civilizaciones, apuntaron, lo dialogue la madre que los parió. De manera que se remangaron las sotanas, se armaron como pudieron con cuatro chuzos, tres escopetas y tres espadas sin guarnición que había a bordo, y amotinándose contra los tripulantes del barco, los metieron con los cinco pasajeros encerrados bajo cubierta. Después pusieron trapos en torno a las espigas de las espadas para que sirvieran de empuñaduras, y se hicieron una especie de rodelas amarradas al brazo izquierdo con almohadas y cuerdas. Luego se arrodillaron en cubierta y rezaron cuanto sabían. Salve, regina, mater misericordiae. Etcétera.

Ahora, háganme el favor y consideren despacio la escena, que tiene su puntito. Imaginen ese bergantín corsario de doce bancos que se acerca por barlovento. Imaginen a esos feroces turcos, o berberiscos, o lo que fueran –veintisiete, según detalla la relación–, amontonados en la proa y en la regala, blandiendo alfanjes y relamiéndose con la perspectiva, en plan tripulación del capitán Garfio. Imaginen la sonora rechifla del personal cuando se percata de que en la cubierta de la presa no hay más que tres frailes arrodillados y dándose golpes de pecho. Y en ésas, cuando los dos barcos están abarloados y los turcos se disponen a saltar al abordaje, los tres frailes –los supongo jóvenes, o cuajados y correosos, duros, muy de su tiempo– se levantan, largan una escopetada a quemarropa que pone a tres malos mirando a Triana, y luego, gritando como locos Santiago y cierra España, Jesucristo y María Santísima, o sea, llamando en su auxilio al santoral completo y al copón de Bullas, tras embrazar las almohadas como rodelas, se meten en la nave corsaria a mandoble limpio, acuchillando como fieras, dejando a los turcos con la boca abierta, perdón, oiga, vamos a ver, aquí hay un error, los que teníamos que abordar éramos nosotros. Con la cara del Coyote tras caerle encima la caja de caudales que tenía preparada para aplastar al Correcaminos. Y así, en ese plan, dejando la mansedumbre cristiana para días más adecuados, los frailes escabechan en tres minutos a doce malos, que se dice pronto, y otros cinco se tiran al agua, chof, chof, chof, chof, chof, y el resto, con varios heridos, pide cuartel y se rinde después de que fray Miguel Ramasa le atraviese el pecho con un chuzo al arráez corsario, «juntándose los dos tanto, que le alcançó el turco a morder en una mano, y acudiendo fray Andrés Coria le acabó de matar». Con dos cojones.

Ocurrió el 21 de octubre de 1634, día de santa Úrsula y de las Once Mil –una más, una menos– Vírgenes. Y qué quieren que les diga. Me encantan esos tres frailes.


miércoles, 10 de marzo de 2010

jueves, 4 de marzo de 2010

Biografía de Confucio

Estatua de Confucio<br /> photo
Filósofo, teórico social y fundador de un sistema ético - más que religioso - ha llegado hasta nuestros días, Kung-tse (Confucio, para occidente) vivió en la China feudal hace 2.500 años, entre el 551 y el 479 a. C. Sus orígenes eran humildes, desde joven mostró gran inclinación por los libros antiguos, con el tiempo, desempeñó una alta posición como funcionario del estado de Lu, en la actual provincia de Shang-tung.
La amplitud y profundidad de su sabiduría, lo llevó a ser conocido como Kung el Sabio (Kung-Fu-Tsu, que los misioneros escribieron como Confucio) por una intriga política se vio obligado a peregrinar durante trece años de una corte a otra, intentando persuadir a los monarcas de que adoptaran sus ideas sobre la justicia y la convivencia en armonía.
Decepcionado, acabaría refugiándose en la enseñanza y reuniendo a numerosos discípulos, con los que recogió y sistematizó los cinco grandes textos de la tradición china: El célebre Yi-King o Libro de las Mutaciones, el Chu-King o Canon de la Historia, el Chi-King (Libro de las Canciones), el Li-Ki (Libro de los Ritos) y los Chun-Ching o Anales de primavera y otoño.

Las enseñanzas de Confucio, han llegado hasta nosotros gracias a sus alumnos, se hayan reunidas en los cuatro libros clásicos.
Lejos de la mística y de las creencias religiosas, el confucionismo se propone como una filosofía práctica, como un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo. El objetivo, en último término, no es la "salvación", sino la sabiduría y el autoconocimiento.

Lejos de la mística y las creencias religiosas, la enseñanza de Confucio es una filosofía práctica,un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo.
El objetivo no es la "salvación", sino la sabiduría y el autoconocimiento.
Los Cuatro Libros Clásicos ocupan mucho espacio. Por eso, lo que aquí se expone es un resumen de las citas más interesantes de cada Libro, las citas se han ido presentando según su orden de aparición. Por lo cual aparecen mezclados los temas y en una forma anárquica, ya que están fuera de contexto.

Es desconcertante la escasa información en español sobre Confucio que se encuentra en la Red.
Deseo que esta página contribuya a la difusión del pensamiento de este filósofo contemporáneo de los clásicos griegos y todavía en vigor en gran parte de Asia.
El Siglo XXI posiblemente sea el siglo de China y su influencia a nivel mundial será muy grande.
Es necesario intentar comprender cómo piensa esa civilización e intentar imitar o adaptar lo que a cada cual convenga.

• Primer Libro Clásico (Ta-Hio o Gran Ciencia) atribuido al nieto de Kung-Tse esta dedicado a los conocimientos propios de la madurez.
• Segundo Libro Clásico (Chung-Yung o Doctrina del Medio) trata de las reglas de conducta humana, del ejemplo de los buenos monarcas y la justicia de los gobiernos.
• Tercer Libro Clásico (Lun-Yu o Comentarios filosóficos) conocido como Analectas, resume de forma dialogada lo esencial de la doctrina de Kung-Tse.
• Cuarto Libro Clásico (Meng-Tse o Libro de Mencio) compuesto por su seguidor, que vivió entre los años 371 y 289 a. C.


Primer.. Libro ..Clásico

Es preciso conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras acciones.
En cuanto conozcamos la esencia de todas las cosas, habremos alcanzado el estado de perfección que nos habíamos propuesto.

Desde el hombre más noble al más humilde, todos tienen el deber de mejorar y corregir su propio ser.

¿No sería más eficaz lograr que fueran innecesarios los juicios?.
¿No resultaría más provechoso dirigir nuestros esfuerzos a la eliminación de las inclinaciones perversas de los hombres?

Para conseguir que nuestras intenciones sean rectas y sinceras debemos actuar de acuerdo con nuestras inclinaciones naturales.

Cuando el alma se haya agitada por la cólera, carece de esta fortaleza; cuando el alma se halla cohibida por el temor, carece de esta fortaleza; cuando el alma se halla embriagada por el placer, no puede mantenerse fuerte; cuando el alma se halla abrumada por el dolor, tampoco puede alcanzar esta fortaleza. Cuando nuestro espíritu se haya turbado por cualquier motivo, miramos y no vemos, escuchamos y no oímos, comemos y no saboreamos.


Raras veces los hombres reconocen los defectos de aquellos a quienes aman, y no acostumbran tampoco a valorar las virtudes de aquellos a quienes odian.

Lo que desapruebes de tus superiores, no lo prácticas con tus subordinados, ni lo que desapruebes de tus subordinados debes practicarlo con tus superiores.
Lo que desapruebes de quienes te han precedido no lo practiques con los que te siguen, y lo que desapruebes de quienes te siguen no lo hagas a los que están delante de ti.

No dar importancia a lo principal, es decir, al cultivo de la inteligencia y del carácter, y buscar sólo lo accesorio, es decir, las riquezas, sólo puede dar lugar a la perversión de los sentimientos del pueblo, el cual también valorara únicamente las riquezas y se entregará sin freno al robo y al saqueo.

Si el príncipe utiliza las rentas públicas para aumentar su riqueza personal, el pueblo imitará este ejemplo y dará rienda suelta a sus más perversas inclinaciones; si, por el contrario, el príncipe utiliza las rentas públicas para el bien del pueblo, éste se le mostrará sumiso y se mantendrá en orden.

Si el príncipe o los magistrados promulgan leyes o decretos injustos, el pueblo no los cumplirá y se opondrá a su ejecución por medios violentos y también injustos.
Quienes adquieran riquezas por medios violentos e injustos del mismo modo las perderán por medios violentos e injustos.

Sólo hay un medio de acrecentar las rentas públicas de un reino: que sean muchos los que produzcan y pocos los que disipen, que se trabaje mucho y que se gaste con moderación. Si todo el pueblo obra así, las ganancias serán siempre suficientes.

Segundo.. Libro ..Clásico
La situación en que nos hallamos cuando todavía no se han desarrollado en nuestro ánimo la alegría, el placer, la cólera o la tristeza, se denomina "centro". En cuanto empiezan a desarrollarse tales pasiones sin sobrepasar cierto límite, nos hallamos en un estado denominado "armónico" o "equilibrado".
• El camino recto del universo es el centro, la armonía es su ley universal y constante.

Cuando el centro y la armonía han alcanzado su máximo grado de perfección, la paz y el orden reinan en el cielo y en la tierra, y todos los seres alcanzan su total desarrollo.

El hombre noble, cualesquiera que sean las circunstancias en que se encuentre se adapta a ellas con tal de mantenerse siempre en el centro. En cuanto conseguía una nueva virtud, se apegaba a ella, la perfeccionaba en su interior y ya no la abandonaba en toda la vida.

Mucho más excelente es la virtud del que permanece fiel a la práctica del bien, aunque el país se hay carente de leyes y sufra una deficiente administración.
• El camino recto o norma de conducta moral debemos buscarla en nuestro interior. No es verdadera norma de conducta la que se descubre fuera del hombre, es decir, la que no deriva directamente de la propia naturaleza humana.


Quien desea para los demás lo mismo que desearía para sí, y no hace a sus semejantes lo que no quisiera que le hicieran a él, éste posee la rectitud de corazón y cumple la norma de conducta moral que la propia naturaleza racional impone al hombre.

La perseverancia en el camino recto y la práctica constante de las buenas obras, cuando han alcanzado su prado máximo de perfección, producen óptimos resultados; del mismo modo, el fiel cumplimiento del deber dará lugar a beneficios sin límite, siendo su causa unas fuerzas de naturaleza sutil e imperceptible.

Existen cinco deberes fundamentales, comunes y tres facultades para practicarlos.
Estos deberes se refieren a las cinco relaciones siguientes:
• Las relaciones que debe existir entre el príncipe y los súbditos,
• Relaciones entre el padre y sus hijos,
• Relaciones entre el marido y la esposa,
LI>Relaciones entre los hermanos mayores y los menores, y
• Las relaciones entre los amigos.
El recto comportamiento en estas cinco relaciones constituye el principal deber común a todos los hombres.

Para el buen gobierno de los reinos es necesaria la observancia de nueve reglas universales:
• El dominio y perfeccionamiento de uno mismo.
• El respeto a los sabios, el amor a los familiares.
• La consideración hacia los ministros por ser los principales funcionarios del reino.
• La perfecta armonía con todos los funcionarios subalternos y con los magistrados
• Cordiales relaciones con todos los súbditos.
• La aceptación de los consejos y orientaciones de sabios y artistas de los que siempre debe rodearse el gobernante.
• La cortesía con los transeúntes y extranjeros.
• y el trato honroso y benigno para con los vasallos.

Si antes de ponernos a hablar determinamos y escogemos previamente las palabras, nuestra conversación no será vacilante ni ambigua.
Si en todos nuestros negocios y empresas determinamos y planeamos previamente las etapas de puesta actuación, conseguiremos con facilidad el éxito.
Si determinamos con la suficiente antelación nuestra norma de conducta en esta vida, en ningún momento se verá nuestro espíritu asaltado por la inquietud.
Si conocemos previamente nuestros deberes, nos resultará fácil su cumplimiento.

El que no es fiel y sincero con sus amigos, jamás gozará de la confianza de sus superiores.

Cuando el hombre prudente es elevado a la dignidad soberana, no se enorgullece ni envanece por ello;
si su posición es humilde, no se rebela contra los ricos y poderosos.
Cuando el reino es administrado con justicia y equidad, bastará su palabra para que le sea conferida la dignidad que merece;
cuando el Reino sea mal gobernado, y se produzca disturbios y sediciones, bastará su silencio para salvar su persona.

Todos los seres participan en la vida universal, y no se perjudican unos a otros.
Todas las leyes de los cuerpos celestes y las que regulan las estaciones se cumplen simultáneamente sin interferirse entre sí.
Las fuerzas de la naturaleza se manifiestan tanto haciendo deslizar un débil arroyo como desplegando descomunales energías capaces de transformar a todos los seres, y en esto consiste precisamente la grandeza del cielo y de la tierra.


El sabio pretende que sus acciones virtuosas pasen desapercibidas a los hombres, pero día por día se revelan con mayor resplandor; contrariamente, el hombre inferior realiza con ostentación las acciones virtuosas, pero se desvanecen rápidamente.
La conducta del sabio es como el agua: carece de sabor, pero a todos complace; carece de color, pero es bella y cautivadora; carece de forma, pero se adapta con sencillez y orden a las más variadas figuras.

Contrólate a ti mismo hasta en tu casa; no hagas, ni aún en el lugar más secreto, nada de lo que puedas avergonzarte.

Sin ofrecer bienes materiales el sabio se gana el amor de todos; sin mostrarse cruel ni encabezado, es temido por el pueblo más que las hachas y las lanzas.

La pompa y la ostentación sirven de muy poco para la conversión de los pueblos.

Tercer.. Libro ..Clásico
Si el hombre sabio observa una conducta displicente, no inspirará respeto; si se limita a estudiar, sus conocimientos no serán profundos.
Debéis ser siempre sinceros, fieles y actuar con buena fe. No entabléis amistad con personas de virtud o conocimientos inferiores a los vuestros. Si tenéis algún defecto, procurad corregirlo.

La cortesía que debe presidir nuestras actuaciones cotidianas se fundamenta principalmente en el respeto y comprensión hacia todos.

Se puede calificar de " hombre superior " el que primero pone en práctica sus ideas, y después predica a los demás lo que él ya realiza.

La verdadera ciencia consiste en conocer que se sabe lo que realmente se sabe, y que se ignora lo que en verdad se ignora. En esto consiste la verdadera sabiduría.


Aprende a escuchar sin descanso para disipar tus dudas; mide tus palabras, para que nada de lo que digas sea superfluo; sólo de este modo lograrás evitar todo error.
Obsérvalo todo, para prevenir los daños que pudiera ocasionarte una insuficiente información.
Controla tus acciones, y así no tendrás que arrepentirte con frecuencia de ellas. En cuanto hayas conseguido que tus palabras sean normalmente rectas, y no debas arrepentirte con frecuencia de tus acciones, serás digno del cargo que ocupas.

Conocer lo que es justo y no practicarlo es una cobardía.

El hombre superior no discute ni se pelea con nadie. Sólo discute cuando es preciso aclarar alguna cosa, pero aún entonces cede el primer lugar a su antagonista vencido y sube con él a la sala; terminada la discusión, bebe con su contrincante en señal de paz. Estas son las únicas discusiones del hombre superior.

Los hombres ambicionan las riquezas y los honores, pero si no es posible obtenerlos por medios honestos y rectos, deben renunciar a estos bienes. Los hombres huyen de la pobreza y de las injurias, pero, si no pueden evitarse por caminos honestos y rectos es preciso aceptar estos males.

Los defectos y faltas de los hombres dan a conocer su verdadera valía. Si examinamos con atención las faltas de un hombre, llegaremos a conocer si su bondad es sincera o fingida.

Observad a los sabios para comprobar si vosotros poseéis sus virtudes. Observad también a los perversos para meditar en vuestro interior si estáis libres de sus defectos.


Los que controlan en todo momento sus actos, raras veces se desvían del camino recto.

Una virtud nunca puede subsistir aislada; siempre ha de hallarse protegida por otras virtudes.

El hombre prudente es parco en el hablar pero activo en el obrar

Cuando empecé a tratar con los hombres, escuchaba sus palabras y confiaba en que sus acciones se ajustarían a las mismas. Ahora, al tratar con los hombres, escucho sus palabras y al propio tiempo observo sus acciones.

No he conocido a ningún hombre que obrara siempre de acuerdo con sus principios.


Yo no hago a los demás lo que no quisiera que ellos hicieran conmigo.

El que sabe mantener un porte digno aun cuando se halla entre sus amigos, conseguirá que sus más íntimos amigos sientan un gran respeto hacia él.

Lo único que yo ambiciono y deseo es no caer en la necesidad de vanagloriarme por mis virtudes y por mi inteligencia, y no pregonar mis buenas acciones.

Un hombre digno debe ayudar a los necesitados, pero no aumentar los bienes de los ricos.

Es mejor amar la verdad que el frío conocimiento de la misma; es mejor complacerse en la práctica de la verdad, que el simple amor hacia ella.



Estaría dispuesto a ejercer cualquier oficio si con él pudiera obtener grandes riquezas por medios honrados; si por el contrario, para enriquecerse debiera emplear medios deshonestos, preferiría seguir en la pobreza dedicándome a mis actividades favoritas.



No he hallado todavía ningún hombre santo; como máximo sólo he logrado conocer a algún hombre sabio. No comprendo cómo puede haber hombres que actúen sin saber lo que hacen.

Quienes son pródigos en exceso y se entregan al lujo, fácilmente se vuelven orgullosos.

Cuando el hombre se halla cerca de la muerte, sus palabras son sinceras y veraces.

Es posible lograr que el pueblo siga al hombre bueno, pero nunca se le podrá forzar a que le comprenda.

En general los hombres aman más la belleza corporal que la virtud.

Cuando uno no ha alcanzado todavía la perfección en el servicio de los hombres, ¿Cómo es posible que sea digno de servir a los espíritus?



¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿Cómo puede inquietarnos el conocer la esencia de la muerte?

Tan malo es pasar de la medida como no alcanzarla.

En público, compórtate siempre como si estuvieras ante un personaje muy distinguido; cuando debas dar alguna orden al pueblo, muestra el mismo respeto y dignidad como si estuvieras ofreciendo el gran sacrificio.


No quieras para los demás lo que no quisieras para ti.

El hombre bondadoso es mesurado al hablar. El hombre noble es el que nunca sientes pesar ni temor. Sólo el que cuando se examina en su interior no encuentra nada malo puede verse libre de todo pesar y de todo temor.

Resulta totalmente imposible gobernar un pueblo si éste ha perdido la confianza en sus gobernantes.

Buscar ante todo la rectitud de nuestras palabras, y ajustar luego nuestra conducta a ellas.
Obrar siempre de acuerdo con la justicia, para perfeccionarnos cada día en su realización.
Las inquietudes interiores provienen de desear la vida de quienes se ama, mientras que se desea la muerte de aquellos a quienes se podía, ya que ello es como desear al mismo tiempo la vida y la muerte de alguien.
El hombre perfecto no pone su máxima aspiración en las riquezas.

Reflexionar con calma antes de adoptar ninguna determinación, no cansarse nunca de obrar el bien, y tratar cada asunto según convenga.

Lo primero que debe mirar el jefe es que su conducta sea sencilla, recta y justa en todo momento; detener siempre en cuenta los consejos de los demás hombres, ha de controlar en todo momento sus propios actos, y nunca debe mandar despóticamente.

El medio más eficaz para combatir nuestros vicios y malas inclinaciones consiste en no combatir los vicios y malas inclinaciones de los demás antes de haber eliminado los propios.


¿En qué consiste la bondad?
• En amar a todos los hombres.
¿En qué consiste la ciencia?
• En conocer a los hombres.
El noble no expresa nunca su parecer sobre las cosas que no comprende.
Busca la máxima precisión en sus palabras; esto es lo más importante.

Si quien gobierna no es justo, aunque ordene que se practique la justicia no será obedecido.

Cuando el pueblo es tan numeroso, ¿Qué puede hacerse en su bien?
Hacerlo rico y feliz.
Y cuando sea rico ¿Qué más puede hacerse por él?
Educarlo.

Quien se controla a sí mismo y por el bien, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia.
Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás hombres.

¿Cuál es la esencia de un buen gobierno?
No resolver los asuntos con precipitación y no buscar el propio provecho.

Si todos los habitantes de nuestra aldea sienten afecto hacia un hombre, ¿Qué debemos opinar de él? Este hecho no resulta suficiente para emitir un juicio sobre dicho hombre.


El hombre vulgar es vano y orgulloso, aun cuando su posición no sea elevada.
Se halla muy cerca de la perfección el hombre que es constante, paciente, humilde y mesurado en el hablar.

Deben imponerse castigos cuando convenga. La fidelidad no es contraria a una justa corrección.

El que habla en exceso y sin cordura raras veces pone en práctica lo que dice. El hombre noble nunca teme que sus palabras superen a sus obras.

No debe afligirnos el que los hombres no os conozcan. Lo lamentable es que no seáis dignos de ser conocidos por los hombres.

La prudencia aconseja no indignarse cuando los hombres nos engañan, no entristecerse cuando son infieles. El hombre prudente prevé siempre estas eventualidades.

El que de niño no ha respetado a sus hermanos ni a sus padres, en la edad madura no ha hecho nada provechoso, y al llegar la vejez no ha muerto, es un hombre despreciable.
• ¿Qué es lo más importante para alcanzar una conducta correcta?
Ser sincero en todo momento y mantener siempre la palabra dada.
Procurar que aún el menor gesto refleje la dignidad interior, y no cometer ninguna acción asombrosa.
Si obras así, tu conducta será admirada en todos los lugares, aún entre los pueblos bárbaros.
Por el contrario, si no eres sincero, si faltas a tus promesas, si tus gestos no son dignos o tus acciones son deshonrosas, tu conducta será despreciada tanto en una ciudad de 10.000 familias como en un villorrio de 35 vecinos.

El hombre que no medita y obra con precipitación, no podrá evitar grandes fracasos.

No he hallado a nadie que amase las virtudes con la misma intensidad con que se ama la belleza corporal.

Sed rígidos con vosotros mismos, pero condescendientes con los demás. De este modo os veréis libres de toda envidia y resentimiento.


El hombre que no examina cada día en su interior lo que debe hacer, lo que debe imitar, lo que debe aconsejar, y lo que debe reprochar, no hará nada bueno en su vida.


Cuando permanecen muchas personas reunidas durante todo un día, no todo lo que se comenta es justo y equitativo. Es muy frecuente se hable sobre cosas vulgares y que abunden las conversaciones necias.

El noble no da crédito a las palabras por la sola autoridad de quien las pronuncia; tampoco rechaza la verdad aunque provenga de una persona ignorante.

La inconstancia y la impaciencia destruyen los más elevados propósitos.

Cuando la muchedumbre desprecia a alguien, debéis examinar con objetividad su conducta antes de emitir vuestra opinión.
También cuando la multitud aclama a alguien, es preciso contemplar con imparcialidad sus obras antes de aprobarlas.

El hombre puede ensalzar las excelencias de la virtud, pero la virtud no puede proporcionar prosperidad y fama al hombre.

Sólo puede ser calificado como " vicioso " el que comete un acto deshonroso y no se corrige.

El noble sólo busca la verdad y no se aferra con ciega obstinación a su criterio.



Transmitid la cultura a todo el mundo, sin distinción de razas ni de categorías.


Las palabras han de expresar con fidelidad nuestro pensamiento.

Los ministros de un príncipe virtuoso deben evitar tres faltas:
• la petulancia, consistente en hablar cuando nadie les ha pedido su opinión;
• la timidez, que consisten no atreverse a expresar su opinión cuando se les invita a ello;
• y la imprudencia, que consiste en hablar sin haber observado antes el estado de ánimo del príncipe.

Sólo los hombres de profunda inteligencia y los necios de mente más obtusa permanecen invariables.

Si se mata una gallina, ¿Para qué utilizar un cuchillo, que sirve para matar bueyes?

Si respetáis vuestra propia persona y a todos nuestros semejantes, nadie podrá despreciaros; si sois generosos, os ganaréis el afecto del pueblo; si sois sinceros, nadie desconfiará de vosotros; si todos vuestros actos os aproximan al bien, vuestro mérito será grande; el amor a los hombres es la mejor arma para gobernar con eficacia.

Aún las profesiones más humildes son dignas de respeto.

Puede calificarse como " amante del estudio " quien cada día adquiere un conocimiento nuevo, y cada mes retiene lo que ha aprendido.

No os avergoncéis de preguntar para resolver vuestro dudas, y meditad las respuestas que os hayan sido dadas.

Los hombres vicioso procuran disimular sus faltas con apariencias de honradez.



Basta una sola palabra acertada del noble para que se le considere entendido sobre una cosa, pero también basta que cometa un solo error para que se diga que no sabe nada. Por consiguiente, el noble debe vigilar mucho sus palabras.



El buen gobernante debe ser generoso sin caer en la prodigalidad; debe cobrar los impuestos suficientes para llevar una vida digna, sin caer en la codicia; su porte debe ser digno y grave, sin dejarse llevar por una vana ostentación; debe tener autoridad, sin que su mando sea despótico; debe exigir con cautela la colaboración del pueblo en los trabajos públicos, para no suscitar su resentimiento.

Realizar cuanto sea para el bien común, ¿No es ésta la mejor forma de generosidad? Desear únicamente las riquezas necesarias para la práctica de las virtudes propias de su dignidad, ¿Puede esto llamarse "codicia?" Si sus propiedades particulares no son demasiado grandes ni demasiado pequeñas, si se ocupa de los asuntos que no son ni muy importantes ni muy insignificantes, si se mantiene a cierta distancia de los hombres sin despreciar a nadie, ¿No es esto la dignidad exenta de orgullo? Si cuida su aspecto exterior, si es equilibrado y ecuánime en todos sus actos, el pueblo entero lo respetará sin experimentar temor, ¿No consiste en esto la autoridad libre de despotismo? Si sólo utiliza el trabajo de los súbditos para realizar lo que es razonablemente necesario, ¿Quién podrá experimentar resentimiento?

Los cuatro vicios relativos al gobierno son los siguientes:
• no instruir al pueblo y ocultarse la verdad, lo cual recibe el nombre de " tiranía ";
• exigir una conducta perfecta a todos los ciudadanos sin informarles previamente sus obligaciones, lo que recibe el nombre de " opresión ";
• no tener prisa en dar las órdenes y pretender luego que se cumplan en el acto, lo que representa una grave injusticia;
• buscar siempre el propio provecho, lo que recibe el nombre " egoísmo ".


Cuarto.. Libro ..Clásico
Si la ganancia o el provecho se anteponen a la justicia, los súbditos nunca estarán satisfechos y el príncipe se hallará en un peligro constante.

Si los hombres con canas pueden cubrirse con vestidos de seda y comer carne, si los jóvenes de negros cabellos dejan de padecer hambre y frío, la vida del reino será próspera. No ha existido ni un solo príncipe que obrando así haya dejado de alcanzar autoridad sobre su pueblo.

Si un rey no gobierna con rectitud, es decir, si no colma de beneficios a su pueblo, es porque no quiere y no porque no pueda.

Si un príncipe se entristece por las desgracias de su pueblo, los súbditos también sentirán pesar por las tristezas de su príncipe. Si el príncipe se alegra con la felicidad de su pueblo, y hace suyas las penalidades de sus súbditos, no tendrá dificultad alguna en su gobierno.

Si tú amas con locura las riquezas, no debes hacer otra cosa que compartirlas con el pueblo.

Lo que hacen los gobernantes es luego imitado por el pueblo. No puedes, por consiguiente, acusar ahora al pueblo de su proceder ni condenarle por ello, pues ha imitado lo que había aprendido de su príncipe; ha devuelto que se le había dado.

El noble que pretende fundar una dinastía no aspira a ser elevado a la dignidad Imperial, sino que se limita a preparar el camino para sus descendientes; si la voluntad del cielo le es propicia, será elevado el mismo a la suprema dignidad.

La sabiduría y la prudencia de nada sirven si no se presenta una ocasión propicia; los buenos arados nada pueden por sí solos, si no se presenta una estación favorable.

Es preciso obrar con rectitud sin pensar en las consecuencias. No debemos omitir el cumplimiento de nuestros deberes, ni realizarlos antes de tiempo.

Quien pretenda someter a los hombres por la fuerza de las armas no alcanzará la sumisión de sus corazones; por esto, la violencia nunca es suficiente para dominar a los hombres. Quien conquista a los hombres por la virtud, consigue que todos se sometan a él sin reservas y con corazón alegre.

Las desgracias, al igual que la fortuna, sólo llegan cuando las hemos buscado con nuestros actos.

Cuando el cielo nos envía calamidades, podemos superarlas; cuando las hemos buscado nosotros mismos, sucumbiremos ante ellas.

Quien no haya sentido nunca compasión hacia los demás no es en verdad un hombre, tampoco puede ser considerado verdadero hombre quien jamás haya experimentado los sentimientos de vergüenza y aversión; el que no posea los sentimientos de abnegación y respeto no puede ser considerado verdadero hombre; quien no distinga lo verdadero de lo falso, lo justo y lo injusto, no es un hombre.

Nada es más digna de admiración en un hombre noble que el saber aceptar e imitar las virtudes de los demás.

Lo que hagáis, a vosotros os pertenece; yo sólo debo responder de mis propios actos.



Para la defensa de un reino no son suficientes ni las fortificaciones que se construyan, ni los obstáculos naturales que representan las montañas y los ríos, ni la abundancia de armas. La mejor defensa de un reino consiste en la decidida voluntad de sus habitantes, la cual se conquista mediante un gobierno humanitario y justo.



Quien ocupa un cargo público y no puede cumplir con sus obligaciones debe dimitir.

Si un medicamento no altera el organismo del enfermo, tampoco producirá la curación.

No puede ser bueno quien sólo piensa en acumular riquezas; no puede ser rico quien sólo piensa en practicar el bien.

Si los maestros enseñan con claridad los deberes a todos los ciudadanos del reino, estos vivirán entre sí en concordia y armonía.
• La generosidad consiste en repartir las riquezas entre los necesitados;
• la rectitud consiste en buscar el camino del bien a los descarriados;
• la bondad es la virtud que debe poseer el emperador para ganarse el afecto de todos sus súbditos.

En este mundo sólo se pueden seguir dos caminos: el del bien o el del mal; no existe otra posibilidad.

Los reinos pequeños imitan a los poderosos, pero se avergüenzan de recibir órdenes de ellos y no quieren acatarlas.

Los reinos perecen a causa de su interna descomposición antes de que los demás reinos los ataquen.

Buscáis el camino recto a lo lejos y lo tenéis junto a vosotros. Creéis que el bien consiste en la realización de cosas difíciles, cuando no es más que realizar con rectitud las cosas fáciles.



Cuando se emprenden guerras para conquistar nuevos territorios, los campos quedarán cubiertos por los cuerpos de las víctimas.



No puede pensarse en ningún mal mayor que en la pérdida del mutuo afecto y cariño entre padres e hijos.

Hay hombres que tienen fama de grandes creadores porque nunca nadie les ha refutado sus endebles argumentos.
Uno de los principales defectos de los hombres consiste en pretender erigirse en modelo de los demás.

Las normas de conducta son inmutables, todos los Santos han obrado de conformidad con sus principios.

Cuando el príncipe empieza a imponer castigos a sus funcionarios sin que hayan cometido delito alguno, los ministros prudentes se apresuran a abandonar el reino.

Si el príncipe es justo, nadie será injusto; si el príncipe es bondadoso, nadie será cruel.



Es preciso que los hombres conozcan el mal para poder evitarlo y entregarse a la práctica del bien.



Quien divulga las acciones viciosas de sus semejantes construye su propia ruina.

El hombre noble conserva durante toda vida la ingenuidad e inocencia propias de la infancia.

El hombre sabio, en cuanto ha alcanzado una virtud, se aferra fuertemente a ella y ya no la pierde jamás; en cuanto ha perfeccionado al máximo la virtud adquirida, la guarda cuidadosamente en su interior como fuente inagotable de energía.

Las palabras en sí mismas son inocuas, pero sus consecuencias pueden ser funestas si son despectivas.

Quien ama a los hombres, es amado por ellos; quien los respeta es, a su vez, respetado. Supongamos que habiéndose portar con nosotros de una forma descortés o grosera; si somos prudentes, lo primero que debemos preguntarnos es si con anterioridad hemos cometido alguna descortesía con dicha persona o si hemos sido injustos con ella; su actitud hacia nosotros debe de tener algún fundamento. Caso de que lleguemos a la conclusión de que no hemos cometido ninguna injusticia contra tal persona, sino que nos hemos mostrado siempre con ella bondadoso y corteses, debemos seguir analizando las posibles causas de actitud descortés o grosera. Si somos prudentes, debemos reflexionar si hemos cometido la menor incorrección en nuestra conducta.
En el supuesto de que tampoco hayamos cometido incorrección alguna, entonces la descortesía o grosería del ofendido carece totalmente de fundamento y el hombre prudente, ante tal situación, debe concluir: " este hombre no es más que un extravagante y un necio; en nada se diferencia de una bestia, en cuyo caso, ¿por qué debe preocuparme la actitud o actos de una bestia? ".

Gozar de prestigio y de consideración es una de las cosas que los hombres ambicionan con más ardor.

El primer deber más importante de la piedad filial consiste en honrar a nuestros padres como es debido. La mejor prueba de este amor a los padres consiste en procurarles el sustento necesario.

No lo pudo hacer por medio de palabras, porque el Cielo no habla. El Cielo manifiesta su voluntad a través de los méritos y buenas acciones de los hombres. Esta es la única manera con que manifiesta su voluntad. El Cielo ve a través de los ojos del pueblo; el Cielo oye a través de los oídos del pueblo.



El Cielo gobierna los acontecimientos del mundo sin ser visto; esta acción oculta del Cielo es lo que se llama " El destino ".


Jamás he oído que un hombre que no actuara con rectitud lograse enderezar a los demás. Menos aún podría lograr que los demás fueran sinceros quien observara un comportamiento hipócrita.



Los ministros se conocen por las personas a quienes acogen en su casa cuando están en la corte, y por las casas en que se alojan cuando están fuera de ella.

Para que pueda trabarse una verdadera amistad, es preciso prescindir de la superioridad que puedan otorgar la edad, los honores, las riquezas o el poder. El único motivo que nos debe incitar a la amistad es la búsqueda de las virtudes y el mutuo perfeccionamiento.

El superior debe honrar y respetar la sabiduría de sus súbditos, y el inferior debe mostrarse respetuoso y cortés con sus superiores, en atención a la dignidad que ostentan; respetar la dignidad y honrar a los sabios son dos manifestaciones de un mismo deber.

Quien para permanecer fiel a sus principios rechaza ser elevado a una condición honrosa permanece feliz aún sin honores. Quien para no apartarse del recto camino rechaza unas rentas permanece gozoso en su pobreza.

La naturaleza humana no es ni buena ni mala. Según esto, la bondad o malicia de los hombres es algo posterior a la propia naturaleza humana en su origen. Si el hombre posee la capacidad de obrar, es necesario que poseía también una norma para dirigir sus actos.

Si el supremo bien del hombre consistiera en conservar la vida, no haría otra cosa que dedicarse a descubrir y practicar todo aquello que pudiera prolongarla. Si el más temible mal del hombre fuera la muerte, investigaría y practicaría todo lo que pudiera alejar o evitarle este mal. Hay cosas que amamos más que la vida, así como hay otras más temibles que la muerte; éste es un sentimiento común a todos los hombres.



El camino recto es como una ancha avenida; no es difícil encontrarlo cuando se busca, pero los hombres no se esfuerzan por descubrirlo.


Cuando el sabio toma una determinación, es imposible que el pueblo penetre en los verdaderos motivos de la misma. Cuando un príncipe se ve rodeado por hombres perversos, aduladores y servirles, ¿Acaso puede gobernar con acierto y eficacia?

Cuando el Cielo quiere conferir a alguien una difícil misión, antes pone a prueba la fortaleza de su ánimo y el equilibrio de su mente con las dificultades de una vida dura; fatiga sus músculos y todo su cuerpo con rudos trabajos, que ponen a prueba su resistencia; mortifica su carne y su piel con los rigores del hambre y del frío; les somete a las mayores privaciones de la miseria; determina que no tengan éxito en sus empresas para que se enfrenten con el fracaso. De este modo, el cielo estimula sus virtudes, fortalece su cuerpo y les hace aptos para afrontar las dificultades con que tropezarán en el cumplimiento de su alta misión. La dificultad es lo que más estimula al hombre a vencer sus deficiencias y superarlas. Sólo cuando se han padecido toda clase de privaciones y trabajos, sólo cuando se ha visto el rostro de la miseria, sólo entonces es posible conocer a fondo la naturaleza humana.

El hombre cumple la voluntad del Cielo cuando se esfuerza en perfeccionarse a sí mismo.

Si buscáis encontraréis, si sois negligentes lo perderéis todo. El que busca lo que está en su interior lo descubrirá y lo alcanzará; el éxito de esta búsqueda es seguro, una ley invariable garantiza la adquisición de lo que se busca. Si, por el contrario, buscamos lo que está fuera que nosotros, todos los esfuerzos resultarán infructuosos.

El origen de todas las acciones se encuentra en el interior de nuestro ser. Si reflexionando sobre nuestros propios actos descubrimos que son conformes con nuestra naturaleza racional, experimentaremos la más intensa satisfacción.

El hombre no puede dejar de arrepentirse de sus faltas. Si una sola vez se arrepiente de no haberse arrepentido de sus faltas, ya no volverá a tener motivos de arrepentimiento.

El pueblo no valora el mérito de un buen gobernante. El buen gobernante encamina al pueblo hacia el bien con su sola presencia su acción es oculta e imperceptible como la de los espíritus. El influjo de su virtud se hace sentir por todas partes, como el de las sutiles fuerzas del cielo y de la tierra. La influencia de un buen gobernante no tiene límites.

Los ejemplos de bondad penetran con mayor profundidad en el corazón de los hombres que las buenas palabras; es más fácil obtener el afecto del pueblo obrando con rectitud y aconsejándole rectamente, que mediante una administración eficaz y unas leyes justas. El pueblo desconfía de las leyes y de la administración; el pueblo ama los buenos ejemplos y los acertados consejos. Con unas leyes justas y una administración eficiente, se consigue aumentar las rentas del reino; con buenas enseñanzas y buenos ejemplos, se conquista el corazón de los súbditos.

Las penas y privaciones agudizan la inteligencia y fortalecen la prudencia.

Nadie debe comer sin habérselo ganado.

Los caminos del sabio son elevados e inasequibles. Sus actos pueden ser admirados, pero no imitados.

El carpintero hábil no se hace torpe para poder ser imitado por cualquiera de sus ayudantes.

Quien se abstiene de lo que no debiera abstenerse es mejor que se abstenga de todo; el que trata con frialdad a quienes debiera tratar con ternura acabará tratando con frialdad a todo el mundo; quienes avanzan precipitadamente también retrocederán con la misma precipitación.

Es preferible desconocer los libros históricos, que aceptar incondicionalmente cuanto en ellos se refiere.

Dar muerte a un pariente próximo de otro hombre es el crimen que más funestas consecuencias provoca.



Yo no hago el menor caso de las murmuraciones y críticas de los hombres.


Para que nuestras palabras estén siempre conformes con la equidad, es preciso evitar la excesiva familiaridad con quienes nos rodean; él mutuo respeto es la mejor defensa contra las palabras descorteses y groseras. Si el hombre culto habla cuando debería callar, todos quedan perplejos ante sus palabras; si, por el contrario, el hombre culto calla cuando debería hablar, todos quedan desconcertados ante su silencio.

Las mejores palabras son aquellas que encierran un profundo significado y, al mismo tiempo, resultan comprensibles para todo el mundo.

El mayor defecto de los hombres consiste en preocuparse arrancar la cizaña de los campos ajenos, descuidando el cultivo de sus propios campos.

El mejor medio para alcanzar las virtudes de la justicia y la equidad consisten en dominar las pasiones. Quien se deja dominar por las pasiones es muy difícil que obre con justicia y equidad.

martes, 2 de marzo de 2010

LA MARCHA DE LOS CIEN DIAS



La huída de 6 guerrilleros andaluces en 1952, desde Sierra de Lujar (Granada) hasta Francia.

Los protagonistas de esta historia son seis guerrilleros de la Agrupación Guerrillera Málaga-Granada, que lograron culminar con éxito una marcha a pie, a través del campo, de más de 1.000 kilómetros, desde el 6 de Junio de 1952 hasta el 14 de Octubre del mismo año, casi siempre de noche, desde la sierra de Lújar, cercana a Motril (Granada) hasta Francia, con sendas patrullas de la Guardia Civil guiados por Salvador Lozano "Martín", un delator que habia desertado de su grupo en Sierra Nevada, persiguiéndoles.

La única cartografía que emplearon fueron los mapas de España en la página doble de un viejo libro escolar de Grado Medio, calculando en él las distancias con un simple palito y sirviéndose, además, de la orientación que les brindaba la estrella Polar.
Debido a su escasez de recursos económicos, los 9 guerrilleros decidieron dar un “golpe económico” cuando tuviesen ocasión, encontrándola en la unión de los límites de las provincias de Granada, Almería y Murcia, en concreto en Puebla de Don Fadrique, logrando 280.000 pesetas. Al efectuarlo en un lugar apartado de sus rutas, esperaban que la Guardia Civil quedase despistada sobre sus objetivos reales de volver a la Sierra de Lújar.

En la acción colaboraron el casero y varios jornaleros de un gran cortijo, que les facilitaron una amplia información sobre Manuel Ballester Martínez, el dueño del mismo, incluyendo sus antecedentes: de simple empleado en Almería, había pasado, gracias a las secuelas de la Guerra Civil, a ser dueño de una gasolinera, de varios cines y de numerosas casas, además del cortijo. Este "nuevo rico" típico de la posguerra, era aficionado a la cacería y obtuvieron información de en qué lugar solía cazar perdices, asi que le montaron una trampa cuando éste iba a cazar, acompañado de su hijo. Les detuvieron, recogieron sus escopetas, y tabaco, y se quedaron con el hijo, que tenía unos 25 años. Acordaron que al oscurecer, el padre les traería el dinero, recuperando a su hijo, y los guerrilleros escaparían a su vez de una emboscada que les había preparado la Guardia Civil, pues el padre había avisado a la “Fuerza” de los hechos.

La emboscada consistía en que el vehículo en que venía el padre era acompañado por otro más, en el que los guerrilleros supusieron que irían los guardias civiles, ya que se paró a unos cien metros del primero con las luces encendidas. Al llamarlo el hijo, el padre, impaciente, acudió presuroso, pero les dijo a los guerrilleros que se había dejado una parte del dinero en su automóvil. Sospechando de la posible celada, no le hicieron caso y le dijeron que se quedara con el resto, desapareciendo rápidamente los maquis en la oscuridad. Como era habitual entre ellos, reparten las 280.000ptas entre los nueve, para que en caso de muerte o apresamiento, el riesgo de perder toda la cantidad fuese menor.

A su vuelta en la Sierra de Lújar, buscan al resto de la Agrupación y descubren que las bases están vacías y los "cordones sanitarios" de la Guardia Civil impiden hacer pesquisas entre los paisanos. También descubrieron que había apostaderos en todas sus "estafetas" o buzones acordados para dejar mensajes, no sabían todavía que la detención de "Roberto" había arrastrado a casi todos sus compañeros y enlaces, y el 6 de Diciembre de 1951 sufría una emboscada de la Guardia Civil en una mina, muriendo dos guerrilleros, conocidos como “Duarte” y “Jerónimo”.
6 de junio: Comienza la marcha hacia Francia
Quedan sólo siete supervivientes, la situación es desesperada, se encuentran acorralados por las fuerzas represivas y sin cobertura popular, entonces es cuando deciden escapar a Francia el 6 de junio. Para colmo después desertaría uno de su grupo, Salvador Lozano “Martín”, cuando estaba de guardia en su puesto en Sierra Nevada; sus compañeros se dieron cuenta al ir a relevarlo y tuvieron que cambiar de posición rápidamente pues esperaban, como efectivamente ocurrió, que al presentarse "Martín" a la Guardia Civil (el 17 de Junio), revelaría los planes de sus compañeros de marchar hacia Francia, su única forma de salvar la vida del pelotón de fusilamiento era delatar a sus antiguos compañeros y colaborar con la Guardia Civil en su captura.



Poco después, en la misma Sierra, los 6 guerrilleros restantes tuvieron un inesperado combate con fuerzas de la Guardia Civil, al intentar suministrarse de víveres en un cortijo situado al lado opuesto de una rambla, bastante ancha, atravesada por un arroyuelo.
Debido al fuerte intercambio de disparos y a la oscuridad de la noche, los guerrilleros se quedaron separados y sin comunicación entre ellos: dos de los guerrilleros habían conseguido cruzar la rambla y los cuatro restantes estaban al otro lado. Estos últimos, al verse sin comida, tuvieron que buscarla en un cortijo, donde cenaron y obtuvieron víveres, pagando al contado los gastos y reanudando rápidamente la marcha. Sin ninguna forma de poder comunicarse entre ellos, deberían confiar en su intuición y experiencia guerrillera para conseguir retomar el contacto con sus compañeros de escapada.
Al amanecer, los guerrilleros estaban lo suficientemente lejos para evitar ser capturados. Se adentraron en la provincia de Albacete a través de los términos de Corral, Rubio y Bonete, llegando a divisar en la lejanía el temido Penal de Chinchilla.
La Marcha
Las marchas eran cortas y durísimas, debido a su desconocimiento de aquel terreno, además de que había luna nueva, que alumbraba poco ya que era verano con noches, por tanto, muy cortas; así que decidieron que más valía la seguridad que la precipitación propia de las prisas, y avanzar con mas lentitud y precaución. Continuaron por Higueruela, Carcelén, Villa de Ves, Casa de Ves y otros pequeños pueblos, tratando siempre de esquivarlos a todos, hasta que llegaron a la provincia de Valencia y, por las cercanías de Cofrentes, atravesaron el río Júcar sin dificultades, por su escaso caudal en verano.
También las marchas eran más largas al ser luna llena y, a veces, caminaron hasta quince kilómetros en una sola noche. Cuando notaron que las provisiones se les acababan, decidieron buscarlas, pero no entre los campesinos por el riesgo de que los denunciaran, sino en las tiendas de comestibles de los pueblos; para ello se pusieron las ropas oscuras de paisano que llevaban en los macutos, guardando sus uniformes de guerrilleros, consistentes en una cazadora “canadiense”, en cuya manga lucían un brazalete donde se leían las letras bordadas A.G.G con la bandera tricolor. (Agrupación Guerrillera de Granada), boina negra, correajes, cinturón militar, camisa de color caqui, botas de hebillas y pantalón de pana marrón. Se arriesgaron y lo hicieron por vez primera en Buñol, acudiendo dos de ellos con sus armas cortas, que escondieron entre sus ropas. Compraron en cuatro tiendas diferentes para no llamar la atención por el volumen de sus pedidos y, al no tener ningún percance, otros dos guerrilleros hicieron lo mismo en las demás tiendas.
Buñol
De Buñol salieron con bastante pan y comida (sobre todo, rancho frío). Igual operación repitieron días mas tarde en la misma provincia de Valencia. Lo que sí evitaban siempre era la entrada en tabernas o bares, pues temían la aparición de algún borracho inoportuno, o verse envueltos en cualquier discusión comprometedora. Otras normas de seguridad que observaban eran: andar casi siempre de noche, cruzar las carreteras, carriles y caminos rápidamente, pero sin circular nunca por los mismos, marchar solamente sobre campo través, saltando de piedra en piedra, o borrar sus rastros con un matorral atado a la mochila, arrastrandolo, evitando dejar huellas, guardar entre ellos la distancia mínima de 10 ó 12 metros, ya en fila india o en orden "de caza", según fuese el terreno, deteniéndose todos si lo hacía el primero; no fumar durante la marcha y permanecer siempre en completo silencio. Sólo fumaban en los descansos, sin encender cerillas, utilizando mecheros de yesca, y camuflando el fuego del cigarrillo, generalmente bajo una manta o con el hueco de sus manos.
El Pastor
Sin problemas atravesaron los municipios de Requena y Chiva. Vista la tranquilidad que parecía respirarse, dos de ellos decidieron vestir de paisano para dar un paseo y reconocer la zona; encontraron un pastor de ovejas y entablaron conversación con él, tratando de que no se les notase su acento andaluz para no levantar sospechas. El pastor mezclaba castellano y valenciano, lo que pudieron entender debido a que uno de ellos había pasado su niñez en Mallorca, donde aprendió el mallorquín, un dialecto parecido al de Valencia.

Le preguntaron al paisano en primer lugar sobre las condiciones de trabajo en aquella zona, y más tarde le comentaron de pasada la tranquilidad que se observaba alrededor, cosa de la que ellos ya se habían percatado al notar que la Guardia Civil hacía sus servicios por parejas, mientras que en Andalucía iban en grupos más numerosos. El pastor les contó que hasta hacía dos meses así había sucedido, pero desde que los guardias civiles acabaron con cuatro “huídos” en un tiroteo, las cosas estaban tranquilas.
Desviaron la conversación nuevamente hacia asuntos de trabajo y se despidieron, con la precaución de hacerlo en dirección idéntica a la que llevaban y, por tanto, opuesta a la en que en realidad estaban sus compañeros esperándoles. Aquella noche, ya de marcha, les caería una fuerte tormenta, camino de Pedralba.
El Turia
Atravesaron el río Turia cerca de Liria, pero no por el puente, donde el fuego de unos cigarrillos les delató la presencia de un control de la Guardia Civil. Como el río iba creciendo y con fuerte corriente, lo cruzaron con mucha dificultad, bajo el peso de sus mochilas y armamento, agarrándose unos a otros por las muñecas, pues dos de ellos no sabían nadar, y estuvieron a punto de ahogarse.
Continuaron la marcha hacia Villar del Arzobispo, ya en la provincia de Castellón.
Durante aquellas noches no observaron nada anormal, avanzando bastante, gracias a la iluminación de la luna llena,aunque su deseo era llegar cuanto antes a terreno montañoso y que se brindara más el camuflaje.

Al adentrarse en esta provincia notaron un movimiento bastante inusual de fuerzas de la Guardia Civil, patrullando en grupos numerosos (a veces de diez o más números) y no por parejas, lo que les hizo ser más precavidos y llegar a la conclusión de que su ex-compañero “Martín” ya se habría presentado a la Guardia Civil, descubriendo sus planes y la ruta de la huída. Por otro lado, también pensaban que esa teoría podía tener un punto flaco y éste era la distancia a la que se encontraban: era demasiada como para ligar una cosa con otra; además, pensaban que la geografía de España es demasiado extensa como para que la concentración se produjera precisamente allí. No sabían todavia que el mismo Teniente Prieto de la "Brigadilla" de la Guardia Civil en Granada, empeñado en capturales, iba tras sus pasos, con la información de “Martin” persiguiéndoles, cohesionando la información que le iba llegando de todos los puestos de la GC.
Descanso en Sta Cruz de Moya
Cabía la posibilidad -sospechaban los integrantes de la marcha- de que algún guardia jurado o algún paisano les hubiese visto y denunciado, y que la Guardia Civil ,relacionando el número de componentes del grupo, supiera que se trataba de ellos y, de ahí, esa concentración inusual de fuerzas. Por consiguiente, decidieron imprimirle un ritmo mayor a la marcha, cruzando los términos de Jérica, Vives y Toro, y se adentraron en la provincia de Teruel, con movimientos alternativos de zig-zag por los municipios de Cantavieja, Tronchón y Las Cuevas.
Sin embargo, a juzgar por sus informes internos, la Guardia Civil siempre creyó que el paso de estos hombres se había producido hacia el interior. En pleno corazón de la sierra, en Santa Cruz de Moya, donde el 7 de noviembre de 1949 había caído el Estado Mayor de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) en una sangrienta emboscada, en la que no hubo ni guerrilleros heridos ni prisioneros.
También se sospechaba que este grupo podría entrar en contacto con los "guerrilleros del Levante", pero en aquellas fechas, los últimos contingentes de la AGLA, ya habían abandonado aquellas tierras y estaban cruzando la frontera francesa en retirada, como sus camaradas, a pie, desde Cofrentes y las sierras de Teruel.
El destino ha querido que las diferentes Agrupaciones de ex-guerrilleros de España, en el año 1989, celebraran una reunión en Santa Cruz de Moya y decidieran que se levantara un monumento en memoria de los guerrilleros españoles muertos por la paz, la libertad y la democracia al lado de todos los pueblos del mundo.
Cada primer domingo de octubre se celebra en el pintoresco pueblo de Santa Cruz de Moya, todos los años, el Día del Guerrillero y, frente al monumento, se rinde homenaje a los guerrilleros antifascistas, acompañado de una serie de Jornadas Culturales Monográficas sobre el tema, a las que acuden tradicionalmente investigadores, ex-guerrilleros supervivientes, historiadores, periodistas, novelistas, cineastas y aficionados de todo el mundo, interviniendo en interesantes conferencias, presentaciones, debates y mesas redondas sobre la Guerrilla.
Un dia, al aterdecer, los guerrilleros se suministraron de víveres en Castellote, vestidos de paisano y continuaron hasta el municipio de Valderrobres. Allí, hacia las dos de la mañana, pararon para fumarse un cigarrillo, apoyados en los muros de un caserón derruido, cuando, a unos 40 metros vieron moverse unas sombras: eran guardias que se dirigían al caserón, charlando, y sin saber quienes estaban allí. Los guerrilleros, conscientes del grave peligro que se cernía sobre ellos, y comunicándose entre señas, les cedieron el sitio, deslizándose sigilosamente, sin que los guardias se percataran de su presencia y ocupando su lugar en la tapia. Con toda lógica, y haciendo un alarde de autocontrol, prefirieron evitar el enfrentamiento para no correr mayores riesgos y evitar muertes inútiles. Pero los guardias nunca supieron lo cerca que estuvieron de los lazos corredizos, bien engrasados, de los guerrilleros.
Un tropiezo
Una vez pasado el peligro, se dirigieron a Calaceite, extremando las medidas de seguridad; así, si cruzaban caminos o carreteras durante el día, lo hacían a gatas, pegados al terreno. A veces contemplaban el paso de rebaños y oían las jotas que entonaban algunos pastores, así como una canción que pronto les atañería a ellos, “La Canción del Emigrante”, de Juanito Valderrama.
En Alcañiz compraron víveres y uno ellos tropezó de repente con un guardia civil que salía de un edificio grande, posiblemente un Cuartel. Ocurrió que el guardia estaba vuelto de espaldas a la acera, conversando alegremente con otro compañero que estaba dentro del edificio, cuando, de pronto, se despidió de su interlocutor y echó a andar, dándose de bruces con el guerrillero, cayendo casi ambos al suelo; el guardia, sin imaginar con quién tropezaba, se excusó y cada cual continuó su camino. El guardia que estaba en el interior se hechó a reir. Durante unos dias éste tropiezo fué motivo de bromas entre los huidos.
Ya en Zaragoza, pasaron por Maella y Caspe donde descansaron antes de atravesar el temido y caudaloso Ebro.
El temido Ebro
El río Ebro iba muy crecido, dos de los guerrilleros no sabían nadar; por otro lado, el cruce por los puentes era muy dificil, pues todos estaban vigilados, así que anduvieron por las riberas hasta que encontraron una barca; como remo emplearían una madera que encontraron. Acordaron realizar la travesía en dos turnos; en el primero, tres de ellos -los dos que no sabian nadar con "Fermín", que sí tenía experiencia- con todos los macutos, y los otros tres nadando junto al bote. Pero la fuerte corriente -los que no sabían nadar le gritaban a "Fermín" que adonde llegaba ese río, a lo que les contestaba entre el oleaje "A Tortosa"- impidió culminar con éxito la empresa. 3 de ellos perdieron el contacto con la barca y quedaron aislados, en la ribera Sur del río. Lo intentaron de nuevo pero volvieron a fracasar cuando ya apuntaba el amanecer, así que se ocultaron, pero, al poco decidieron actuar nuevamente aunque fuese de día, no podían perder el tiempo, sabían que el Ebro era la zona más controlada por la GC.
En calzoncillos
Uno de ellos, en calzoncillos y con el hato de sus ropas totalmente empapadas, localizó a un campesino, obligándole a que le entregara las suyas, lo que no dejó de costar una buena discusión entre ellos, accediendo al final y siendo remunerado por ello. Ya con los nervios mas calmados, y habiéndole explicado su difícil situación, el paisano les informó que más abajo se estaba construyendo una casa y que los albañiles contaban con un barquero para atravesar el río con los materiales de construcción. El barquero, logicamente también se negaría a colaborar en un principio, alegando que para la travesía se precisaba el permiso de la Guardia Civil y que él no deseaba tener problemas con ellos; Los guerrilleros lo encañoraron con sus pistolas y finalmente, accedió, transportándoa los tres que faltaban hacia la otra orilla donde les esperaban sus compañeros.
Era precisamente en el intento de atravesar el Ebro, donde la Guardia Civil tenía más esperanza en capturarlos y, todavía, algunos manifiestan su perplejidad ante el hecho de que consiguieran pasarlo. Para retrasar los efectos de la posible denuncia del barquero, al que pagaron 1.000ptas por las molestias, volcaron la barca y dejaron que se la llevara la corriente. El paisano y barquero despues darían conocimiento a la GC, teniendo que abonarles las cantidades recibidas por los guerrilleros.

Una vez ganada la otra orilla, y bajo la luz solar, siguieron caminando en zig-zag y en diagonal, en la dirección del curso del rio, que quedaría cada vez más atrás, mientras veían sendas patrullas de guardias civiles buscándoles afanosamente a ambos lados del río. Sólo se detuvieron para descansar unas horas al atardecer.

Caminaron sin parar aquella noche y las siguientes, por los términos de Fayón y Mequinenza, atravesando sin dificultades el Segre y descansando, luego, dos días. La proximidad de la frontera, cada vez más cerca, les levantó la moral.
El Dilema
El dilema que se les presentaba ahora era decidir si alcanzar la frontera por el Valle de Arán o por Huesca; finalmente decidieron que fuesen las circunstancias las que determinasen la dirección a seguir, pensando que así sus perseguidores no podrían prever un itinerario que ellos mismos desconocían. Abandonaron la provincia de Zaragoza para adentrarse por la de Lérida y, dos de ellos, entraron en la misma capital, comprando suministro en varias tiendas. Fue, hasta entonces, la única ocasión en que compraron bebidas alcohólicas, en concreto una botella de coñac.
Siguieron por los municipios de Balaguer y Albesa y volvieron a descansar de día, con el objetivo, ya decidido, de no aproximarse al Valle de Arán o a Andorra, sino de pasar los Pirineos a través de las cumbres mas altas que divisaban, pues creían que estarían menos vigiladas al ser mas escabrosas. La experiencia les demostraria que sólo contaban con parte de razón ya que, si bien estaban desguarnecidas y sin vigilancia, en su acceso, era casi inevitable tropezar con algún fortin de piedra, con aspilleras camufladas por medio de matojos secos. También había sabinas bastantes grandes, cuyas ramas ocultaban piedras amontonadas que parecían nidos de fortificación.

Atravesaron un rio, posiblemente afluente del Segre, adentrándose en la provincia de Huesca, por Estopiñán y Estadilla. Dos de ellos entraron en Barbastro, donde uno de los guerrilleros se puso muy nervioso al observar a muchos soldados, ya que se encontraron con que se trataba de una fuerte plaza militar; para tranquilizarlo, su compañero le invitó a tomar algo en una taberna, pero, cuando ya estaban sentados, aquel palideció de repente: había visto a un guardia civil asomado a la puerta, que les miró y que se marchó al momento, sin entrar siquiera. Sin embargo, en la calle todo estaba normal y es que, probablemente, el guardia estaría fuera de servicio y buscaría a algún compañero o amigo entre los clientes y, al no hallarlo, se marchó sin entrar.
Uno de los maquis entró en una confitería donde compró pasteles y algunas botellas de coñac y de “Licor 43”. Para que el dueño no sospechara, comentó que era para un bautizo en el que él era el padrino y tío de la criatura; seguidamente, abandonaron el pueblo.
El Pirineo
Aunque esta idea de comprar licores no fuese preconcebida, luego, mostraría su utilidad, cuando tuvieron que caminar sobre la nieve; de hecho, ya en Francia, les dirían que otros compañeros habían llegado con los miembros inferiores totalmente congelados.
Reemprendieron la marcha por los términos de Naval, Alquézar, Boltaña y Bielza; caminaban por la mitad de las laderas para esquivar cualquier sorpresa procedente de los nidos fortificados. Si se encontraban con niebla, caminaban de día y, cuando se disipaba, permanecían totalmente pegados al terreno y sin moverse. Fue entonces cuando observaron a un pastor con su rebaño de ovejas, cerca de una cueva habilitada como corral y de otra más pequeña. Al oscurecer, vieron que el pastor se dirigía hacia ellas, encerrando el ganado y encendiendo fuego en la otra, para prepararse la cena. Se dirigieron a cenar con él y durante la conversación, el pastor les explicó cómo podían alcanzar la frontera, pero ellos le expusieron que el mejor práctico del terreno sería él y, aunque estaba remiso a dejar allí su ganado, finalmente cedió, con la advertencia, además, de que si los conducía a una trampa, el primer tiro sería para él. Según el pastor, estaban en el Monte Perdido.

Iluminados por la luna, caminaron varias horas sin descanso, hasta el amanecer, ya sobre la nieve, envueltos en una intensa niebla, siempre subiendo y bajando montes, sorteando toda clase de roquedales. Cuando la niebla desapareció, uno de los guerrilleros, observando que tenían el sol del amanecer a la izquierda, le preguntó al pastor si iban bien y, al responder éste afirmativamente, le dieron una bofetada, pues sospechaban que en realidad los estaba llevando de nuevo hacia el sur, lejos de la frontera francesa. Tras beber un trago de coñac, rehicieron lo andado, ...y ya el pastor no volvió a equivocarse.
Alrededor de las once de la mañana, se dispusieron a caminar por un sendero de unos 40 centímetros de ancho excavado en la roca, que bordeaba la pared de un profundo abismo; todo ello, a lo largo de 30 metros y cubierto de nieve muy dura; pegado a la pared había un cable que servía para agarrarse, facilitándoles que pasaran de espaldas al precipicio, con sus morrales y armamento, luchando por sostenerse entre el frío glacial, el fuerte viento que los azotaba y el resbaladizo suelo de hielo.
La suerte volvió a sonreir a los 6 guerrilleros, máxime cuando no se tropezaron con ninguna vigilancia fronteriza, cosa muy extraña, pues según el pastor era éste el único acceso a Francia existente en aquella zona. Finalmente salieron de la zona de nieve,viendo un chalet que parecía deshabitado; a su alrededor se encontraban papeles que habían servido con probabilidad de envoltorios, así como forros de paquetes de cigarrillos, todos ellos escrito en francés. Este detalle les indicó que habían abandonado España, que ya estaban en Francia, por lo que ya dieron crédito a lo que les afirmaba el guía, quien manifestaba lo mismo; le dijeron que se marchara y cada unode los 6 guerrilleros le entregó 1.000 pesetas.
Posteriormente se entregaron con todas sus armas a unos agentes de la Gendarmerie francesa, que, sorprendidos, escucharon su odisea recorriendo España en aquellas condiciones. Les atendieron con todo respeto y corrección, les dieron de comer platos de comida caliente, que los guerrilleros españoles, agradecidos, insistieron en pagar.

Aunque habían alcanzado la libertad, el Régimen de Franco, del mismo modo que hizo con los guerrilleros que lograron escapar al exilio, procuró controlarlos en Francia: las cartas que enviaban a sus familiares o amigos residentes en España, eran interceptadas por la Guardia Civil y se procuraba detectar el lugar de residencia de los huidos. Sabemos, por las cartas que se encuentran en el archivo que la Guardia Civil tiene sobre el maquis que esto ocurrió, al menos, hasta bien entrada la década de los cincuenta.

Para finalizar diremos los nombres de los componentes del grupo: Manuel Pérez Rubiño (a) “Pablo el Motrilero”; Enrique Urbano Sánchez (a) “Fermín”; Miguel Salacedo Cecilia (a) “Gómez”; José Navas Navas (a) “José”; Ricardo Martín Castillo (a) “Viñas” y “Alejandro” y Francisco Martín Alonso (a) “Villena”. El primero de ellos se casó en Francia con una española refugiada y murió en un posible accidente en 1954; Enrique Urbano, fallecido en Nerja en 2002, pensaba que fue en un accidente de tráfico y en esto coincide algún guardia civil al que hemos entrevistado, ...pero en su tierra natal hay muchos que aseguran que el accidente fue provocado, pues alguien habia manipulado los frenos de su camión, y que desde Motril salieron hacia Francia quienes le asesinarían. Cuando Manuel Pérez Rubiño falleció, su esposa ya esta encinta de tres meses.

Los cuatro últimos se afincaron definitivamente en Francia, y sólo Enrique Urbano volvió a su tierra poco después del restablecimiento de la democracia (3).
En su evasión habían tenido fortuna y, sin lugar a dudas, la experiencia que habían acumulado anteriormente durante su actuación en la Sierra, les fue muy útil, pero la mayor parte de sus compañeros en la guerrilla de aquella zona corrieron una suerte distinta, ya que casi todos cayeron, perdiendo muchas veces la vida, en choques con la Guardia Civil, aplicaciones
Los 6 Guerrilleros de los "100 Días"
Manuel Pérez Rubiño “Pablo el Motrilero”, Enrique Urbano Sánchez “Fermín”, Miguel Salacedo Cecilia “Gómez”, José Navas Navas “José”, Ricardo Martín Castillo “Viñas” ó “Alejandro”, Francisco Martín Alonso “Villena”
Basado en el informe presentado en el V Congreso de Profesores-Investigadores en Constantina (Septiembre de 1986), por los profesores José Aurelio Romero Navas, del I.B. "María Zambrano" de Torre del Mar (Málaga) y José María Azuaga Rico del I.B. "J. Rodríguez" de Motril.
(Posteriormente ampliado por J. Aurelio Romero Navas, y contrastado con testimonios de los protagonistas y familiares, e informes del Servicio de Información de la Guardia Civil, en el Archivo de la Dirección General de la GC.)
Fuente: http://locus.vithost.co.cc/eustaquio5/ruta_100dias.html