lunes, 10 de noviembre de 2014

Declaro el estado de poesía permanente
...y que la rebeldía sea la razón de cada latido. Declaro la insurrección de las rimas como un derecho contra las estrictas matemáticas, pues los versos son la matemática de la vida. Levanto mi puño en alto contra los sumisos que duermen sus sueños, declaro la anarquía de mi corazón y el furor ingobernable de mi sangre. Yergo mi espíritu por sobre sí mismo y tomo de rimas la revolución de su horizonte. Declaro y deseo la más profunda enemistad a las cadenas de todo sueño humano, tengo los vuelos del pájaro por mi única bandera y empuño la igualdad como mi lanza y estandarte. Porque la vida debe ser poesía, porque muere todos sus días aquél que reniega de su vida y ya no rima... Desconozco todo lo que esté sobre mí, porque le reniego estar a mi estatura por sobre nadie. Y más que todo, arranco a mi pecho un grito, y con él lanzo un suspiro inquebrantable, sin látigos ni fuegos, porque la poesía está hecha de los sueños, que se encarnaron en palabras. Rompo el sistema de barras porque no hay barras en mi verso. No entiendas, no sigas, cada quien de caminos hace su camino, yo sólo en versos y de palabras libres mi destino. Amo la libertad de las líneas susurradas, pues todo rebelde es en verdad un trazo de poesía, en guerra eterna, contra las frases armadas. Amo, y eso es poesía.

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